El legado de Gengis Kan en la historia de Asia
Gengis Kan, uno de los líderes más icónicos de la historia de Asia, dejó un legado que perdura hasta nuestros días. Te contamos más.
Gengis Kan, curiosidades
Gengis Kan, el imperio más grande
Curiosidades del imperio mongol
Gengis Kan fue el conquistador mongol que pasó a la historia por levantar el mayor imperio conocido de todos los tiempos: el gran Imperio Mongol. Antes de convertirse en emperador, el entonces joven Guerrero llamado Temuyín, del clan Borjigin, logró unificar a todas tribus mongolas en 1206 y expandir sus ejércitos desde las costas del mar de China hasta las del Mediterráneo.
Durante casi tres décadas, el ejército mongol, dirigido por Gengis Kan (Temuyín), ocupó parte del norte de China, que estaba bajo el mando del reino de Xi Xia y el imperio Yurchen (Qin). Tiempo después, conquistó la China de la dinastía Song, mientras que sus veloces ejércitos ocupaban otros territorios como, Persia, Afganistán e incluso Rusia.
Los primeros años del joven Temuyín
El emperador Gengis Kan nació, presumiblemente, entre los años 1162 y 1167, el seno de una familia aristócrata, bajo el nombre de Temuyín, en honor a un cautivo tártaro. Apenas siendo un niño, su padre Yesügei fue envenenado por un rival Tátaro y tanto él como su madre quedaron despojados de sus bienes. No obstante, se las arreglaron para forrajear y vivir de la tierra lo mejor posible.
El joven Temuyín había sido capturado por un reino rival, pero logró escapar y unirse a Toğrul, jefe de la tribu Kerait, junto a otros seguidores leales de su padre. En muy poco tiempo, el liderazgo y el talento marcial de Temuyín le permitió obtener varias victorias frente a los clanes rivales y crear alianzas. Gracias a su templanza y determinación, logró unir a las tribus nómadas que vagaban por las praderas de Asia central.
Temuyín se convirtió en el líder dominante gracias a su carisma, generosidad, espíritu diplomático y al uso propio de la fuerza y los castigos despiadados.
El ascenso de Gengis Kan
A medida que su ejército crecía, Temuyín fue derrotando varias tribus y reinos rivales como los tártaros, los keraitas, los naimanos y los merkitas. Pero no fue sino hasta 1206 que Temuyin fue proclamado oficialmente líder y cambió su nombre por el de Gengis Kan (Chinggis Khan) que significa «gobernante universal». Pese a su nombramiento, Kan y su ejército no habían formado aldeas ni ciudades, sino que se trasladaban entre las tribus según la época del año.
Gengis Kan pasó los siguientes años realizando campañas militares contra dos de los Estados más poderosos del momento: los soberanos Jin (Jin jurchen) del norte de China y el imperio juarezmio. Entre sus victorias campales se encuentran las hechas contra el reino de Xi Xia en Keyimen (1209); contra los yurchen en Fuzhou (1211), en Xijiang (1212) y en Yizhou (1213), y contra los juarezmios en el Indo (1221). A ello se le suman más de una media docena de victorias perpetuadas por los delegados del ejército mongol, Jebe, Subetei y Mujali.
En 1215, el Gran Kan atacó el estado Tangut de Xi Xia (1038-1227) en el norte de China, repitiendo las mismas excursiones de 1209. Ante su victoria, la dinastía china Song terminó aliándose con el Imperio mongol. Gengis Kan, sin embargo, no se conformó con la conquista de China y envió a su ejército hacia el suroeste, invadiendo lo que hoy es Turquestán, Uzbekistán e Irán entre 1218 y 1220.
Un ejército leal, despiadado e implacable
Los nómadas que conformaban el ejército mongol eran unos guerreros formidables. Su estilo de vida los había convertido en excelentes jinetes y arqueros, y el clima atroz los preparó para soportar todo tipo de penurias. Además, habían adoptado nuevas tácticas militares que los hicieron imparables, como, las tormentas de flechas, la acumulación de grandes arsenales, los repetidos bombardeos, los asedios retardados y la guerra psicológica.
Las tácticas de alta velocidad de los mongoles consistían en saquear las ciudades o invadirlas, asesinando a toda la población, para advertir a otras ciudades vecinas de que correrían la misma suerte si no se rendían. El gran Kan fue totalmente implacable y despiadado, a tal punto de diezmar gran parte de la población del norte de China. No en vano comenzó a ser conocido como el «Maligno» o el «Maldito».
El éxito de las campañas militares, sin embargo, no se debió sólo a las tácticas novedosas, sino a la inquebrantable lealtad de su ejército. La misma estaba garantizada porque todos los soldados eran hijos y hermanos de sus comandantes superiores. Unido a ello, Kan les recompensaba con el botín de guerra y les concedía funciones administrativas en los territorios conquistados.
El gran Imperio Mongol
El establecimiento del gran Imperio Mongol se dio gracias al apoyo que Kan le proporcionó a la economía campesina de China, al estabilizar los impuestos y establecer cooperativas rurales. También introdujo una forma de gobierno feudal-militar, fomentó el comercio internacional y dio protección a los mercaderes itinerantes, además abrazó la libertad religiosa de las tribus.
Otro de los grandes logros de su imperio fue el desarrollo de escritura de la lengua mongol. De este modo, pudo redactar un nuevo código de leyes que, contemplara, entre otras cosas, castigos para determinados delitos.
Muerte y legado de Gengis Kan
Gengis Kan murió el 18 de agosto de 1227 por una desconocida enfermedad que se originó, probablemente, tras caer de su caballo mientras cazaba unos meses antes. Para evitar que sus sucesores se disputaran el trono, Gengis Kan dividió el Imperio entre sus hijos Jochi, Chagatai (Chaghadai), Tolui (Tului) y Ogedei (Ogodei), quien se convertiría en el nuevo Gran Kan en 1229.
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